Chetumal, Q. Roo. — Una familia chetumaleña vivió una desgarradora experiencia al descubrir que su mascota, llevada a cremar el pasado 28 de octubre en la incineradora “Xibalba”, nunca fue incinerada.
Al recibir las supuestas cenizas al día siguiente, notaron irregularidades y, tras investigar, hallaron el cuerpo del perrito tirado en un lote baldío, aún envuelto en la misma sábana con la que lo entregaron.
La denuncia ha causado indignación generalizada entre la comunidad, ya que otras familias podrían haber sido víctimas del mismo engaño: en lugar de cenizas, se habría entregado tierra común.
Las autoridades locales ya abrieron una investigación formal para deslindar responsabilidades y sancionar a los responsables de este acto cruel y engañoso.