La popular bebida Electrolit, conocida por su uso para aliviar la resaca, generó ventas por 16 mil millones de pesos en 2024 sin pagar un solo peso de IVA ni IEPS, según un reciente informe. En los últimos cinco años, la marca, propiedad de Laboratorios PISA, habría evadido aproximadamente 12 mil millones de pesos en impuestos: 9 mil millones de IVA y 3 mil millones de IEPS, tributos que sí pagan los refrescos.
El mecanismo detrás de esta evasión fiscal es polémico: Electrolit se registra como “medicamento” para beneficiarse de la tasa cero de IVA y evitar los sellos de advertencia obligatorios para bebidas azucaradas. Sin embargo, cada botella de 625 ml contiene seis cucharadas de azúcar, 3.7 veces más que el suero recomendado por la OMS. En contraste, en Estados Unidos, Electrolit sí está sujeto a impuestos, mientras que en México se comercializa como un producto de salud.
El uso de glucosa pura en su fórmula, más perjudicial para diabéticos que el azúcar común por su rápida absorción, ha generado críticas. Diputados del PVEM y PT denunciaron en el Congreso que “Electrolit se disfraza de medicamento para evadir impuestos, mientras contiene más azúcar que un refresco”. A pesar de que Laboratorios PISA fue inhabilitado por el gobierno para vender medicamentos, Electrolit sigue disponible en tiendas como si fuera un producto esencial.
La Secretaría de Hacienda ha señalado estar “abierta” a revisar la tributación de estas bebidas, lo que podría generar hasta 5 mil millones de pesos adicionales para el sector salud. Mientras los refrescos enfrentarán un aumento del IEPS a 3.08 pesos por litro en 2026, Electrolit continúa exento, ahorrándose 2,800 millones de pesos anuales en impuestos. Este caso ha desatado un debate sobre la equidad fiscal y el impacto en la salud pública.